jueves, 4 de agosto de 2011

De tí.

Ese no saber preguntar, el no saber responder,

el buscar una excusa que alimente el rato.

Como tantas veces que se nos van las palabras de la boca

y se llevan a más de un gesto poco sutil.

Demasiadas veces en que no se entiende ni se dice nada,

de conocerte y asumir lo que harás pronto, el huir,

la risa nerviosa e irónica de siempre

esa que embriaga más que el alcohol

que conocemos de vez en cuando.

Otra conversación furtiva, lejana

y yo finjo que no importa

que está de más preguntar, y es así.

De vez en vez, otra salida,

algo que parece cariño y caemos otra vez.