viernes, 7 de enero de 2011

No otra vez.

No volveré a sufrir,
no después de lo ke pasé por tí.
Despues de llorar y perder
debo ponerme de pie
porque no puedo seguir asi,
porque ya reiste de mi
y fue demasiado.
Porque aunque hay amor
es mas grande el daño.
Y cuando decidas volver será tarde
yo ya te habre dejado atras
la puerta estará cerrada
y miraré adelante.
No volveré a llorar en vano
ni a dejar mi alma en tus manos
no otra vez.
porque no puedo seguir asi,
porque ya reiste de mi
y fue demasiado.
Porque aunque hay amor
es mas grande el daño.

lunes, 3 de enero de 2011

"Hasta nunca" (versión original completa)


Llegaste pateando puertas otra vez. Cada vez me convenzo más de que tomas muy enserio tu “vive rápido, muere joven” ¿No te cansas de ser así, tan miserable? Aún recuerdo como era antes, cambiaste demasiado con los años. A veces quisiera alejarme de ti de una vez, eres repugnante.

Ya me despertaste con el ruido que haces en la cocina sacando un vaso y la botella. No creo que sea necesario preguntar cómo estuvo tu día… Aún así con un gesto simple y una mueca forzada me entregas un vaso y te sientas a mi lado en la cama. Dejo de lado mi libro.

-Hoy vi a tu amigo- dices con voz rasposa por el cansancio-. Puta que me cae mal. Me carga que lo veas y que salgas sola con él.

-Si, lo sé- digo sin mucho afán, cansada ya del tema-. Pero como te cae tan mal simplemente prefiero no invitarte.

-¿Segura que es por eso o es otra cosa?- noto como tus ojos intentan intimidarme más que el tono de tu voz.

-No seas ridículo- suspiré.

-¡Tú no seas ridícula! ¿Crees que no me doy cuenta de cómo te mira cuando nos encontramos con él en algún lugar?- subiendo el tono de voz-. Además tienes cierto talento para manipular a la gente y me gusta… pero no trates de hacerlo conmigo porque te conozco mejor que cualquier persona- ese es el punto. Me conoces muy bien y a veces eso me asusta. Me encantaría no haberte conocido.

-¿Manipularte para qué? ¿Qué más puedo tener de ti? Te estás pudriendo, amor, ya no puedes darme nada más. No en esta vida.

-Y tú eres la persona más fría, narcisista, aprovechadora y apática que he conocido. Somos el uno para el otro. Solo estamos los dos en este mundo-. Enciendes un par de cigarrillos y me das uno con un gesto amable.

-Sí. Y es por eso que necesitas intentar cagarme la vida. Porque eres tan miserable que, entre el amor que te tienes, no eres capaz de acabar con tu vida, por eso apareciste en la mía-. Río entusiasta en el momento en que te abalanzas, tiro el vaso que tenía en la mano intentando alejarte. Aún encendido, contra tu brazo aplasto con fuerza ese cilindro cancerigeno que apenas probé. Te ríes y te vas al baño a limpiar un poco la herida.

Me recuesto rápidamente y me finjo dormida. Al volver besas mi mejilla con ternura y susurras “Te amo”. Un odio intenso recorre por completo mi cuerpo y en algún momento tomé la botella de ron y te di un certero golpe en la nuca, tirándote al suelo. Busco extasiada algo con que inmovilizarte antes de que te recuperes del impacto.

Abres tus ojos y sonríes. Camino despacio por la habitación con tu navaja en la mano, jugueteando. Me miras desde el piso atado, con los pies al closet y las muñecas a la cama. Bruscamente me arrodillo a tu lado y enredo entre mis dedos tus cabellos de colores.

-Ya te aguanté suficiente tiempo, amor ¿No crees?

-Ya nos aguantamos mutuamente demasiado tiempo. Alguno de los dos tenía que terminar todo- miras a tu alrededor buscando algo, sin darle mucha importancia a nuestra conversación-. Sin embargo no creí que fueras a hacerlo tú, eres débil. No lo harás.

-Entonces no me conoces tanto como creías- y con una mueca escapando de mis labios he acercado la navaja a tu pecho escribiendo con dedicación. Noté como tu cara intentaba ocultar un gesto de dolor mientras me mirabas fijamente a los ojos.

-Al menos creí hacerlo, amor ¿A quien engañaras después? ¿Quién será tu títere?- ríes estrepitosamente y yo no pienso en nada mas que verte desangrado en el suelo, frenética he cortado tu garganta de lado a lado. Un gemido casi imperceptible salio de ti.

Me aparto lentamente intentando darme cuenta de lo que ha pasado. El piso se llena de sangre rápidamente. Me subo a la cama y me dispongo a precisar cortes en mi muñeca. En ese momento me despierto exaltada con una botella vacía en mi mano.

Me pongo de pie. El suelo esta limpio, no hay ningún vaso. Tomo mi chaqueta del suelo y para decir adiós abro el closet a los pies de la cama. Tu cuerpo se ve más pequeño ahí dentro. Abres tus ojos lentamente e intentas decir algo, pero la cinta en tu boca no lo permite. Me acerco y susurro “Hasta nunca”, cierro la puerta y bajo lentamente las escaleras desde donde escucho como intentas salir de tu prisión. Estoy tranquila porque se que no lo harás. Saco una cerveza del refrigerador y me dispongo a salir, pero antes cojo un paquete de “Lucky Strike” que está sobre la mesa. Ya cerré la puerta.