lunes, 11 de abril de 2011

Para llorar tengo mi almohada,
para olvidar una cerveza,
para reír tengo un espejo,
para críticas me tengo a mí misma
porque al fin y al cabo entre tantas caídas
algo pude aprender.

Y es que si mi vida terminara mañana
diría que crecí un poco más desde ayer,
despues de todo lo que he logrado ver,
oír y creer.